Rica y saludable: la cocina mediterránea
Verduras frescas con carne a la parrilla y deliciosos platos con pescado fresco: parte de la cocina mediterránea y, para muchos, de los recuerdos de sus últimas vacaciones en Creta, Cerdeña o Mallorca. Descubra por qué la amamos tanto en este artícculo.
Fresca, saludable y variada
Pese a que muchos la asocien directamente con pizza y pasta, la cocina mediterránea es variada, equilibrada y saludable. Además, en el sur de Europa, el norte de África y partes de Oriente Medio se presta gran atención a la estacionalidad y la cercanía de los alimentos. En la mayoría de las regiones mediterráneas se come lo que hay: pescado fresco, mucha fruta y verdura, patatas, frutos secos y aceite de producción local.
El menú se compone principalmente de alimentos ricos en fibra, granos integrales, pescado y aves, es decir, alimentos efectos beneficiosos para el sistema cardiovascular. Asimismo, la alimentación alta en fibra favorece la reducción de los niveles de colesterol y la regulación del perfil lipídico de la sangre.
En las regiones mediterráneas, el enfoque no sólo se pone en qué se come, sino también en cómo: en primer plano encontramos ese comer consciente, dedicando el debido tiempo a disfrutar de cada plato y, por supuesto, a su cuidadosa elaboración. La cultura mediterránea es conocida por ser sociable y comunicativa. Comer en compañía es una celebración en sí misma y tiene efectos positivos sobre el bienestar mental.
Aires de vacaciones aptos para el día a día
Además de guisos cocinados a fuego lento, la región mediterránea también ofrece algunos platos de elaboración rápida y sencilla, ideales para el día a día y presentes en las cocinas de los hogares centroeuropeos desde hace ya tiempo.
A la cabeza encontramos, por supuesto, numerosos platos a base de pasta. Su gran aceptación se relaciona estrechamente con la globalización y el turismo. Además, en los años 1950 y 1960, los llamados trabajadores invitados italianos que se trasladaron a Alemania y Austria se encargarían de llevar consigo sus elaboraciones e ingredientes más tradicionales.
Hoy, incluso los supermercados locales ofrecen infinitas variedades de pasta. Por otro lado, muchos alimentos básicos que seguramente no puedan faltar en su despensa provienen, en realidad, de la región mediterránea, como es el caso de las aceitunas, el queso feta, el ajo y los cítricos. La visita a tiendas especializadas concretas sólo se hace necesaria para conseguir alimentos como la trufa, el higo chumbo y la algarroba: el fruto del algarrobo se seca y se muele obteniéndose un polvo que se puede utilizar como sustituto del cacao.
Alimentos mediterráneos saludables
Por supuesto, no todos los platos mediterráneos son «saludables». Si desea apostar por una dieta mediterránea y saludable, le recomendamos los siguientes alimentos:
- No pueden faltar las verduras frescas y de temporada, hortalizas variadas, calabacines, etc., así como las ensaladas de hoja verde. Pueden cocerse o hacerse a la plancha y servirse como guarnición o, en platos vegetarianos, como ingrediente principal.
- El pescado fresco (preferiblemente dorada, besugo o salmonete) es unos de los protagonistas de la cocina mediterránea.
- Aves, que se utilizan, por ejemplo, en platos como el souvlaki griego o el kebab turco.
- Aceite de oliva virgen extra, hierbas frescas y ajo: proporcionan un inconfundible (y veraniego) sabor mediterráneo a pescados, carnes y verduras.
- Para terminar una comida mediterránea saludable, elija fruta de temporada, como unos higos o un poco de melón, en lugar de recurrir a postres pesados.
- Frutos secos, semillas y legumbres, incluso como topping para acompañar un yogur desnatado. Ideal para disfrutar de un desayuno mediterráneo saludable. Los huevos, en cambio, deben consumirse con moderación.
Evite carnes rojas, embutidos, trigo y alimentos azucarados. Incluso renunciando a estos alimentos, la cocina mediterránea es una opción variada, saludable y colorida, además de perfecta para transportarle a sus últimas vacaciones.