Así de fácil es volver a disfrutar de una vitrocerámica limpia y reluciente
Cocinar es toda una experiencia. Aceite que salta, ollas que rebosan y sartenes humeantes: todo ello a cambio de disfrutar de deliciosas comidas caseras. Cuando estamos en nuestro elemento, es fácil dejar la cocina hecha un caos: una salpicadura de aceite por aquí, una mancha de salsa por allá y hasta restos requemados en la placa porque se ha salido el agua de cocer la pasta. Le explicamos cómo volver a disfrutar de una vitrocerámica limpia y reluciente y, lo mejor, con tan sólo un par de trucos.
Un futuro brillante para su vitrocerámica
Cuando tenemos la cocina a pleno rendimiento, con varias ollas y sartenes en uso al mismo tiempo, y quizás incluso tenemos el placer de recibir a invitados, basta un pequeño descuido para que ocurra algún accidente, como que rebose el agua de cocer la pasta. Disfrutamos de la comida y llega el temido momento de enfrentarnos al contrincante final: la limpieza de la vitrocerámica.
La vitrocerámica de los productos BORA se caracteriza por una alta resistencia a los arañazos, su resistencia al calor y una buena conductividad térmica hacia el menaje de cocina. La vitrocerámica puede arañarse por múltiples causas, como ollas y sartenes, granos de sal o azúcar, especias molidas más gruesas o pequeños granos de arena y piedrecitas que puedan terminar ahí al dejar las bolsas de la compra, pero también la limpieza puede provocar microarañazos más pequeños. La vitrocerámica que empleamos en BORA, de nuestro socio y fabricante SCHOTT CERAN®, es especialmente resistente a arañazos. Así podrá disfrutar durante mucho más tiempo de una placa de cocción limpia y reluciente.
Para prolongar la vida útil de su placa y mantenerla elegante y funcional, tenga en cuenta un par de detalles: para evitar arañazos, antes de colocar ollas o sartenes sobre la placa, páseles una bayeta y séquelas después. Cuando necesite mover el menaje de cocina, hágalo siempre levantándolo. La suciedad debe eliminarse lo antes posible, a ser posible tras cada elaboración. Cuando lo haga, no utilice estropajos ni productos de limpieza abrasivos o químicamente agresivos. Le revelamos nuestros mejores trucos y consejos para que su vitrocerámica vuelva a lucir limpia y reluciente.
Una vitrocerámica como nueva: 6 consejos para una limpieza fácil
Con tan solo unos pasos, su sistema de extracción de superficie BORA con vitrocerámica volverá a lucir como nuevo. Le revelamos nuestros consejos para una limpieza fácil:
- Deje enfriar la placa.
- Para los restos requemados, como cuando rebosa agua o leche, emplee una rasqueta vitrocerámica convencional de metal, deslizándola suavemente sobre la vitrocerámica para eliminar los restos.
- Si la suciedad no está tan incrustada, limpie los restos pasando un paño o papel de cocina.
- Aplique un poco de limpiador para vitrocerámica, basta con una avellana, y frote con una bayeta de microfibra seca haciendo movimientos circulares. Deje actuar durante unos instantes.
- Retire los restos con una bayeta de microfibra húmeda o papel de cocina. En caso necesario, repase con un paño de cocina limpio y suave.
- Por cierto, las partes móviles de su sistema de extracción de superficie BORA, como el filtro de grasa, la bandeja colectora de grasa y la tobera de entrada/tapa de cierre, se pueden limpiar fácilmente en el lavavajillas.
Consejo BORA: Los sistemas de extracción de superficie BORA Pure, X Pure, S Pure y Classic incorporan un bloqueo de limpieza. El símbolo correspondiente muestra una mano limpiando. Esta función le permite pasar una bayeta sobre el panel de mandos mientras cocina, sin cambiar accidentalmente los ajustes de la placa de cocción. Si activa el bloqueo de limpieza, el panel de mandos permanecerá bloqueado durante 10 segundos. Una cuenta atrás le indica el tiempo restante.