Sam Bennett: inteligencia en sus análisis y rapidez en sus piernas

El analista inteligente

En su adolescencia ya le fascinaba ver la rapidez y el dinamismo con los que se mueve un pelotón. Le gustaban sobre todo las velocidades máximas. Analizaba minuciosamente todos los sprints de sus modelos Tom Boonen y Robbie McEwen. De estos análisis le viene ese sentido especial que tiene para los sprints. Sabe que no siempre gana el más rápido, sino que con frecuencia lo hace el esprínter capaz de combinar mejor las piezas del puzle: la forma, la posición, el equipo, los tiempos y un poquito de suerte. Por eso, en busca de la perfección, todavía hoy sigue examinando cada sprint para ver en detalle cómo han sido tanto su líneas y cambios de ritmo, como los de sus competidores. En el sprint, resulta rápido y explosivo, y es capaz de tomar decisiones en décimas de segundo. Sam no encaja en el estereotipo de esprínter, no alardea ni tiene aires de grandeza. Cuando termina una carrera, cambia el chip y resulta un tipo más bien tranquilo, con gran sentido del humor y autoironía, que no se toma demasiado en serio a sí mismo y que conversa relajadamente con la competencia. También es auténtico y no le importa mostrar sus emociones, como cuando una vez le preguntaron en una entrevista por su primera victoria de etapa en el Tour de Francia y se le saltaron las lágrimas (de alegría). Pero a pesar de su modestia, es consciente de lo que es capaz. Sus éxitos hablan por él. Tan solo con BORA – hansgrohe (y los equipos predecesores) logró 41 de sus 56 victorias como profesional, lo que lo convierte en el líder del equipo.

Hogar, dulce hogar

Tras dos años en el equipo belga Deceuninck-Quickstep, Sam ha vuelto al BORA - hansgrohe con más ganas que nunca de demostrar nuevamente su valor y ser una figura clave en los sprints de llegada. A sus 31 años, cree que todavía no ha tocado techo en su evolución. ¿Qué es lo que, según él, hace especial al equipo? Claramente la eficiencia típica alemana y las estructuras profesionales, que no son evidentes en el a veces caótico mundo del ciclismo. Para Sam, volver a estar con el entrenador Dan Lorang significa mucho, ya que este influyó en gran medida en su desarrollo, así que será interesante ver qué más surge de esta colaboración.

La carrera favorita de Sam es sin duda el Tour de Francia, en cuya edición de 2020 pudo cumplir un sueño personal con una victoria en los Campos Elíseos. Aparte, sobre todo la Milán–San Remo y los mundiales tienen para Sam un encanto muy especial. También le gustaba la París–Roubaix, aunque ahora prefiere claramente el sofá de su casa al rudo empedrado del norte de Francia.

Gasolina en la sangre

En la vida privada de Sam, autodenominado «Petrolhead», muchas otras cosas también tienen que ver con la velocidad. A menudo disfruta de su pasión por los deportes de motor y por los coches rápidos, de forma tanto activa como pasiva, porque le distrae y le ayuda a ocupar su mente con otros pensamientos. Pero como ciclista profesional, él no puede competir en carreras al igual que su hermano, que se dedica al karting.

Le gusta relajarse escuchando hip-hop y RnB o en casa con su mujer, Tara. Han sido padres en 2021, así que, aparte de sus éxitos profesionales, Sam también está viviendo un momento dulce a nivel privado. Aunque en la cocina prefiere que su mujer lleve la voz cantante, le encanta la carne y la comida italiana. Las verduras no le gustan tanto, pero gracias a los smoothies y las sopas, ha encontrado el equilibrio entre una alimentación saludable y sus gustos personales. También respecto a la alimentación se aplica aquello de que al éxito se llega combinando las piezas adecuadas del puzle.

Para conocer más sobre Sam como ciclista y como persona, puedes ver su vídeo de la serie BORA – hansgrohe Spotlight: